La retribución flexible consiste en una prestación diferente al dinero, a través del pago en especie, acordada entre trabajador y empresa, que puede ser beneficiosa para ambos. Este pago en especie no puede superar el 30% del salario bruto del trabajador.
Permite al empleador poner a disposición del empleado la elección de qué parte de su nómina quiere destinar a ciertos productos o servicios en especie, que gozan de ventajas fiscales como la exención de tributación.
Los tipos de retribución en especie
Los tipos de retribución en especie más comunes para incluir en el salario de los trabajadores y los beneficios fiscales son:
- El seguro médico privado. Si la empresa paga las cuotas del seguro médico del trabajador, de su cónyuge y/o hijos, supondrá una ventaja fiscal de 500 euros anuales exentos de IRPF para el trabajador por cada seguro contratado.
- Los vales de comida o tickets restaurante están exentos de tributación hasta 11 euros diarios.
- La tarjeta de transporte, tiene una exención de 1.500€ anuales.
- Uso de bienes para servicios sociales y culturales de los trabajadores. A destacar el pago de la mensualidad de la guardería donde puedan llevar a los hijos, que está exenta en su totalidad.
Con la implantación de este sistema, las empresas tienen la posibilidad de aumentar el neto de su plantilla sin aumentar los costes por trabajador, lo que lleva a un aumento de la fidelidad del empleado con la empresa.
Con los incentivos fiscales, el trabajador ve aumentado el poder adquisitivo y además tiene la opción de distribuir el salario acorde a sus necesidades e intereses.
Resumen
En resumen, si la empresa quiere mejorar la situación de los trabajadores, así como mejorar su retribución neta sin incrementar excesivamente los costes de la empresa, primero debe realizar un estudio de la misma y decidir el tipo de retribución apropiada para su plantilla de trabajadores y después debe implantar la retribución en especie más adecuada de común acuerdo con sus trabajadores.
Miriam Martínez
